En Retrospectiva

La Gran Fortaleza Real. Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya



Derrotados los holandeses en dos oportunidades, el Imperio Español se dispuso a levantar una fortaleza que protegiera la salina de Araya y Cumaná de futuras incursiones de corsarios y buscadores de sal.

El inicio de la construcción del castillo de Araya es narrado con toda precisión por el Gobernador de Cumaná, Don Diego de Arroyo y Daza, en la “Relación de las Victorias que don Diego de Arroyo y Daza, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Cumaná tuvo en la gran salina de Arraya (sic) en 30 de noviembre del año pasado de 622 y a trece de enero este año (1623), contra ciento y cuatro navíos de Holandeses”, afirmándose en dicho documento que:
La Flota salió de Cádiz a 17 de julio de 1622 y los pertrechos y fuerzas llegaron a Cumaná el 18 de agosto de ese año. El 19, comenzó Arroyo Daza a reunir bastimentos y materiales para la fortificación. Invitó al Gobernador de Margarita don Andrés Rodríguez de Villegas y el 24 se hallaban juntos en Araya cada uno con su respectivo séquito. Fue elegido para fortificar el cerro de Daniel, llamado así porque en 1605 cuando el Almirante del Mar Océano, Don Luis Fajardo hizo la limpieza de corsarios en esas costas, colgó allí al corsario Daniel Moxaron. Después de haber pasado revista a la Infantería, el día 30 de agosto se hallaba la artillería encabalgada y puesta sobre el cerro. Esta es la fecha de la fundación de Araya y ese día se le puso el título de Santiago del Arroyo.

De allí que la Real Fortaleza de Santiago del Arroyo de Araya es la primera y más antigua fortificación en territorio venezolano que ha llegado hasta nuestros días, además de ser la más grande, la más compleja, y sobre todo, la única que cuenta con el respaldo de los Antonelli. Uno de los apellidos más famosos entre los ingenieros militares en América.
Así, el castillo de Araya tiene el aval de tres miembros notables de esa familia. Bautista Antonelli, el ingeniero militar de Felipe II, quien reconoció, estudió y recomendó el sitio de la salina donde fue erigido el fuerte cuando visitó la misma en 1604; Cristóbal de Roda Antonelli, Ingeniero Jefe con sede en Cartagena, quien recibió del Rey Felipe IV el encargo de elaborar el proyecto del castillo, “buscando antecedentes entre los papeles que dejó Antonelli [se refiere a Bautista]”, y comenzó la obra, trasladándose a tal fin a Araya en 1622; y por último Juan Bautista Antonelli, hijo de Bautista y sobrino de Cristóbal de Roda, quien poseedor de los papeles de su padre viajó con su tío a Araya en 1622, y por 8 años, desde 1622 hasta 1630 estuvo al frente de la construcción. Es de resaltar aquí que: “La firma Antonelli era la más prestigiosa en la ingeniería militar española de la época”.
Con el castillo de Araya, se inicia en Venezuela un complejo y extenso sistema estratégico militar concebido para conservar el dominio de España sobre Tierra Firme, consolidar la defensa de la misma, controlar las rutas marítimas a barlovento y neutralizar los ataques enemigos en las aguas del Caribe. Araya era la llave de todo esto, pues como escribió el Gobernador Arroyo y Daza al Rey: “si el enemigo se fortifica (en Araya), se hará dueño de esta provincia… y la isla Margarita y Caracas, por estar esto a su barlovento, y aún Cartagena y Protobelo.”
España entendió el mensaje de su Gobernador y el castillo cumplió su misión. La Armada de Don Luis Fajardo había destruido las urcas salineras y las instalaciones de carga de sal del puerto de Ancón de Refriegas, pero los holandeses habían regresado; el Gobernador Arroyo y Daza había quemado los fuertes holandeses en las salinas, pero los barcos neerlandeses habían retornado. Únicamente la construcción del castillo a partir de 1622 logró el propósito de sacarlos de allí en forma permanente, pero para ello, la fortaleza tuvo que resistir uno de los más formidables ataques que se perpetraron en un territorio de la Provincia de Nueva Andalucía en toda su historia colonial. Solo entonces derrotada, Holanda abandonó Araya para siempre.

Tomado de: Rafael I. Dávila P
LA SAL: OBJETIVO CODICIADO POR HOLANDA EN LAS PROVINCIAS DE NUEVA ANDALUCÍA Y VENEZUELA DURANTE EL SIGLO XVII

Tiempo y Espacio vol.25 no.64 Caracas dic. 2015

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