Los problemas de memoria pueden ser pequeños olvidos o pérdidas de memoria importantes, y pueden suceder a menudo, esporádicamente o en épocas de estrés o tensión emocional.
Es importante diferenciar los olvidos
puntuales causados por situaciones de cansancio, distracción o estrés, en los
que olvidamos un nombre, una fecha o algún detalle similar, de las pérdidas de
memoria más importantes y cada vez más recurrentes, en las que podemos no
recordar acontecimientos o cosas que hayamos hecho. Con el paso del tiempo uno
pierde capacidades (deterioro cognitivo), pero deberemos esforzarnos por
autoobservarnos (a nosotros a la persona que creemos que lo sufre) e incluso
realizarnos ejercicios para ir valorándolo.
A menudo a las personas les cuesta reconocer
este problema y si no se sobrelleva correctamente puede causar también estados
de desánimo, depresión o ansiedad.
En caso de duda o preocupación deberíamos
consultarlo con un médico especialista, ya que hay algunas enfermedades que
presentan la pérdida de memoria como uno de sus síntomas, y es fundamental
diagnosticar y tratar lo antes posible para evitar un deterioro rápido.
Paralelamente podemos ayudar mucho
alimentándonos de manera equilibrada para nutrir a nuestro cerebro, por eso
recomendamos algunos alimentos por sus beneficiosas propiedades para la
memoria:
Alimentos. Un
grupo son los alimentos que contienen ácidos grasos esenciales (Omega 3)
presentes en pescados. Otras fuentes no marinas son el aceite de oliva, canola,
girasol, linaza; o los frutos secos como las nueces y almendras.
Específicamente las nueces contienen
polifenoles, unos nutrientes ideales para prevenir el estrés oxidativo y
mejorar las capacidades cognitivas, además de ayudar a la salud cardiovascular.
Tomar un puñadito de nueces al día nos ayuda a mantener nuestro cerebro ágil y
joven. En casos de sobrepeso tomaremos tres nueces al día, preferiblemente por
la mañana.
Hierro. Por
su contribución en el transporte de oxígeno a todo el cuerpo y por ende al
cerebro, el hierro es un mineral vital para su buen funcionamiento. Este
mineral es mejor aprovechado en alimentos de origen animal, también lo
encontramos en algunos vegetales pero nuestro organismo no lo aprovecha al
máximo.
Frutas. Las
frutas, en especial las anaranjadas y las verduras de color verde oscuro (limón,
aguacate, etc.) son ricas en carotenoides y flavonoides, los cuales son antioxidantes
que pueden prevenir el daño cerebral ocasionado por los radicales libres
(moléculas que atacan las células sanas).
Las frutas cítricas (limón, naranja, mandarina)
tomadas en ayunas contribuyen a mejorar la memoria. Las podemos comer o bien
tomar en jugo, pero éste debe ser natural, preparado por nosotros en ese
momento. Lo podemos endulzar con un poco de miel.
LO
QUE NO SE DEBE COMER.
Asimismo, se debe reducir el consumo de
carbohidratos simples como el azúcar, productos de pastelería, refrescos, entre
otros con alta concentración de la misma. Estudios recientes están demostrando
que el alto consumo de azúcar, aparte de predisponer a una ganancia de peso
excesiva, también pueden alterar la función cerebral.
Bibliografía:
Artículo
publicado por Informe 21 en el año 2016. Fuente: http://informe21.com/salud-y-bienestar/que-alimentos-debes-comer-para-mejorar-tu-memoria
Artículo
publicado por Mejor con Salud, en el año 2016. Fuente: http://mejorconsalud.com/alimentos-para-potenciar-la-memoria/
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