Ecoanímate

Sabias tradiciones.



Las abuelas, ya son muy especiales por toda la sabiduría que con tanta paciencia, cariño y amor nos han trasmitido, pero como si no fuera poca la grandeza que ellas encierran a través de sus enseñanzas, además tenían costumbres que iban de la mano con el cuidado del medioambiente y sin saberlo conscientemente, pero si intuitivamente, la mayoría de sus acciones estaban orientadas a procurar un mejor mundo por las generaciones que los sucederían, es por ello que esta generación de relevo debería seguir esos consejos y costumbres, no solo en agradecimiento y en honor a sus antecesoras, sino porque ahora más que nunca el mundo necesita esos consejos sabios de los abuelos. Y a continuación mencionamos esas costumbres ecológicas que tenían y que deberíamos rescatar:

De preferencia remedios naturales.

En la época de nuestros abuelos, las propias farmacias, elaboraban recetas magistrales, se usaban muchos elementos naturales y el conocimiento popular de medicina era transmitido y aplicado.  Conocían perfectamente cómo usar la hierbas más comunes y cualquier abuela sabía cómo curar los males del estomago con citrona, y mil cosas que lamentablemente hoy desconocemos. El cuidado natural de nuestra salud implica ahorro económico y mejora en nuestra salud porque aprendemos entre otras cosas a usar el alimento como medicina.

Cocina de aprovechamiento.

Se acuerdan cómo cocinaban nuestras abuelas, pues no tiraban ni los huesos. Eso es la cocina de aprovechamiento, hoy como arroz, mañana hago tortilla con el arroz que sobro. Cocinar y aprovechar los alimentos puede que lleve algo de tiempo pero la ganancia en salud y economía es muy grande como para no considerarla. También es algo sumamente sostenible, reducimos la cantidad de residuos orgánicos, la huella de carbono de los productos industriales es enorme pero si cocinamos en casa podemos usar productos frescos y producidos sosteniblemente, hay que volver a cocinar.

Cuidar las ropas.

Antes la ropa se usaba y si se rompía se remendaba, si se rompía el área de las rodillas se ponían parches, hoy estamos acostumbrados a cambiar de vestuario muy rápidamente y eso no es algo muy sostenible. Aunque dones la ropa vieja a los más necesitados para sentirte mejor, obligamos a producir más fibras sintéticas y vegetales todos los años, colorantes etcétera. El comprar ropa nueva tiene un costo ecológico bastante elevado, si reducimos las compras de ropa y aprendemos a utilizarla por más tiempos como hacían nuestros abuelos, la ganancia ambiental será grande.

Reparar y no cambiar si funciona.

Hoy la gente cambia la tele, el teléfono, o cualquier artefacto (si se tiene las posibilidades) muy seguido, nuestros abuelos no. Hoy lamentablemente nos acostumbraron al usar y tirar, algo que necesitamos revertir. Los motivos, aparte de los costos económicos, estamos llenando el mundo de residuos que muy pronto no habrá donde poner, estamos incluso llenando el espacio de chatarra, y el coste ambiental de producir algo una y otra vez es enorme.

Cultivar un huerto.

Incluso aunque no tengamos espacio y solo podamos hacerlo con macetas, es una gran idea, nuestros abuelos sabían lo que era el hambre y lo importante que es asegurar la soberanía alimentaria. Nosotros dependemos de un supermercado para que nos alimente y olvidamos lo que es usar nuestras manos para alimentarnos. Cultivar además implica menos impacto ambiental, alimentos más sanos y una actividad gratificante para toda la familia.

Usar productos de limpieza caseros.

Nuestros abuelos conocían perfectamente cómo se limpiaba sin tanto químico, sabían usar el vinagre o el bicarbonato. Y muchos de los trucos de limpieza de nuestros abuelos limpian mejor que los tóxicos que hoy compramos en el supermercado, además de cuidar el bolsillo cuidamos nuestra salud.

Para comenzar a generar estos hábitos eco-ambientales, puedes ir directamente a la fuente, una abuelita cariñosa, que seguro tendrá un cuento que contarte, un beso que darte, e incluso una taza de café que compartir contigo, y ella estará feliz de ayudarte, porque le darán una gran alegría con tu compañía. ¡Disfrútala!

0 comentarios:

Publicar un comentario